LA CARIDAD DEL COBRE
Te pedimos Patrona de Cuba que ayudes a Venezuela y a los que habitamos en ella...Libranos del mal

Virgencita libra a Venezuela y alos que habitamos en ella del mal, indícanos el camino

ORACIÓN DEL PAPA JUAN PABLO II
AL CORONAR LA VIRGEN
NUESTRA SEÑORA DE LA CARIDAD DEL COBRE
El 24 de enero, de 1998

¡Virgen de la Caridad del Cobre.
Patrona de Cuba!
¡Dios te salve, María, llena de gracia!
Tú eres la Hija amada del Padre,
la Madre de Cristo. nuestro Dios,
el Templo vivo del Espíritu Santo.
Llevas en tu nombre, Virgen de la Caridad,
la memoria del Dios que es Amor
el recuerdo del mandamiento nuevo de Jesús,
la evocación del Espíritu Santo:
amor derramado en nuestros corazones,
fuego de caridad enviado en Pentecostés
sobre la Iglesia,
don de la plena libertad de los hijos de Dios.

¡Bendita tú entre las mujeres
y bendito el fruto de tu vientre, Jesús!
Has venido a visitar nuestro pueblo
y has querido quedarte con nosotros
como Madre Y Señora de Cuba,
a lo Largo de su peregrinar
por los caminos de la historia.
Tu nombre y tu imagen están esculpidos
en la mente Y en el corazón de todos los cubanos,
dentro fuera de la Patria,
como signo de esperanza y centro de comunión fraterna.

¡Santa María. Madre de Dios Y Madre nuestra!
Ruega por nosotros ante tu Hijo Jesucristo,
intercede por nosotros con tu corazón maternal,
inundado de la caridad del Espíritu.
Acrecienta nuestra fe, aviva la esperanza,
aumenta Y fortalece en nosotros el amor
Ampara nuestras familias,
protege a los jóvenes y a los niños,
consuela a los que sufren.
Sé Madre de los fieles y de los pastores de la Iglesia,
modelo y estrella de la nueva evangelización.

¡Madre de la reconciliación!
Reúne a tu pueblo disperso por el mundo.
Haz de la nación cubana un hogar de hermanos y hermanas
para que este pueblo abra de par en par
su mente, su corazón y su vida a Cristo,
único Salvador y Redentor, que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.

Amén.

13 de mayo 1917 Aparece la Virgen en Fátima

Atentado a Juan Pablo II el día de FátimaEl mismo día en 1981 atentan contra Juan Pablo II...

El 13 de mayo, el Santo Padre había desayunado con el Profesor Lejeune, su esposa y otro invitado, y luego, dentro de la mayor tranquilidad, se dirigió a la Plaza de San Pedro. Cuando daba la vuelta por la plaza, cerca de la puerta de bronce, el turco Mehmet Ali Agja le disparó, hiriéndolo en el abdomen, en el codo derecho y en el índice de la mano izquierda.

Nadie creía que esto hubiese podido ocurrir.Yo estaba detrás del Santo Padre, aturdido, no lograba comprender nada. El ruido en la plaza era ensordecedor. Todas las palomas alzaron el vuelo. Alguien había disparado, pero quién podría ser? Yo vi que el Santo Padre …. Pero no le veíamos señales de sangre ni de herida. Entonces, le pregunté, dónde? Y el me respondió: en el vientre. Tiene dolor, añadí y asintió, sí. El iba en el auto apoyado en mí; de ahí pasamos a una ambulancia. Su Santidad llevaba los ojos cerrados, se notaba que sufría mientras repetía algunas oraciones breves. Sobre todo, si mal no recuerdo : “ ¡María, madre mía. María, madre mía!”

El Dr Buzzonetti y la hermana Camila iban con nosotros en la ambulancia que corría veloz y ningún tipo de policía nos acompañaba. La sirena comenzó a sonar un centenar de metros más tarde. El trayecto que normalmente se hace en media hora nosotros lo hicimos en ocho minutos en plena circulación de Roma. Tiempo después, el Santo Padre me dijo que había guardado consciencia hasta su llegada al hospital y que siempre estuvo convencido de que las heridas no serían mortales.


Testimonio de Monseñor Stanislas Dziwisz,
Reproducido por André Frossard en "N'ayez pas peur. Dialogue avec Jean-Paul II"
(Robert Laffont, París, 1982) - p.333 a 345.
Tomado de Un minuto con María

María de Chestokova La Virgen que ayudó en la lucha contra el comunismo

María de Chestokova
A mediados de la década del 50, Polonia iba muy mal. El régimen comunista había instaurado una severa represión contra la fe, los seminarios estaban vacíos y el Cardenal Wyszynski, heraldo de la fe se encontraba en la prisión.

Ahí tuvo una iluminación decisiva: a pesar de todo había que preparar el milenio de Polonia, con nueve años de oración a María. Bajo su inspiración la imagen de N. S. de Chestokova será enviada como peregrina en todas las parroquias y familias de Polonia, para despertar la fe del Pueblo de Dios. La Virgen peregrina de Polonia hizo maravillas y 9 años más tarde todo se reúne en el acta de entrega total a la Madre de Dios que el Primado de Polonia pronuncia en Jasna Gora el 3 de mayo de 1966, con la fiesta de María Reina de Polonia, para la celebración del Milenio.

Juan Pablo II recuerda todo esto durante su primer viaje a Polonia: «De manera particular deseo confirmar y renovar el acta de consagración pronunciada en Jasna Gora el 3 de mayo de 1966 con motivo del milenio de Polonia. Con esa acta los obispos polacos al entregarse a ti, Madre de Dios, en tu “maternal entrega de amor” querían servir a la causa por la libertad de la Iglesia» (Juan Pablo II, homilía en Jasna Gora el 4 de junio de 1979)

En 1966, el régimen comprendió que la fe en Polonia era invencible y los seminarios se llenaban..
Tomado de Un Minuto con María, bole´tin diario que recibo por E-mail

La mujer vestido de Sol y La Aparición de Guadalupe

La Aparición de la Virgen de Guadalupe o la Mujer vestida de Sol
12:1 Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.

12:2 Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.

12:3 También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;

12:4 y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.

12:5 Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.

12:6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.

12:7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguely sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;
12:8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
12:9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

12:10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

12:11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
12:12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo. 12:13 Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.
12:14 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo.
12:15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río.
12:16 Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca.

12:17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.
Apocalipsis
La imágen representa a la Virgen de Guadalupe tal cual quedó impresa en el manto cuando apareció en México el 9 de diciembre de 1531 a Juan Diego, un indio.