Un sueño realizado (I)

A los nueve años tuve un sueño que se me quedó profundamente gravado en la memoria. En ese sueño, estaba cerca de nuestra casa en un patio muy grande donde muchos niños jugaban. Unos reían, otros blasfemaban. Al oír las blasfemias, me lancé de súbito entre ellos, dando voces y golpeándolos para callarlos.

Entonces, apareció un hombre imponente. Su rostro era tan luminoso que no se le podía ver de frente. Me llamó por mi nombre y me dijo: - No es con golpes sino con la mansedumbre y la caridad que vas a hacer de ellos tus amigos. Comienza a hablarles de la fealdad del pecado y del valor de la virtud. Intimidado, temeroso, le respondí que yo no era más que un pobre niño ignorante. Los chicos dejaron de pelearse y de gritar, se agruparon en torno a Él.
 
Yo le pregunté:
¿Quién es usted para ordenarme estas cosas imposibles? Justamente, porque te parecen imposibles debes hacerlas posibles, obedeciendo y adquiriendo sabiduría. ¿Cómo puedo adquirir sabiduría?

Te daré una institutriz. Con su ayuda podrás llegar a ser sabio.

¿Pero, quién es Usted? Yo soy el Hijo de esa Mujer a quien tu madre te ha enseñado a rezarle tres veces al día. Mi nombre pregúntaselo a mi Madre. 
 

Don Bosco
Recuerdos Autobiográficos 

 
 

Ocurrió en Altagracia de República Dominicana

Un colono español tenía costumbre de ir a la ciudad de Ozama a hacer
compras. Un día, su hija de 14 años, le pide una imagen de N. S. de
Altagracia; pero el padre regresa sin haberla podido conseguir. Se detiene
entonces en un albergue y le confía su preocupación a un viejo amigo. Una
persona que ahí se encontraba le presenta una tela con la Virgen en oración
ante el Niño Jesús y san José detrás de ella. Muy contento el padre se la
quiere comprar pero la persona se la regala.

Al día siguiente, esta persona había desaparecido. Luego, la niña sale al
encuentro de su padre para descubrir la imagen. Era un 21 de enero.

En el lugar donde el padre y la hija se encontraron, en Higuey, fue
construido el santuario de María de Alta Gracia, el mayor santuario mariano
de la República Dominicana, y su festividad sigue siendo el 21 de enero.


Tomado del libro de Nuestra Señora de Altagracia, edición pastoral,
por Mons. Ramón de la Rosa, Obispo de la diócesis de Altagracia,
República Dominicana, 1977.

Mensaje desde Medjugorje del 2 de enero de 2009

Mensaje desde Medjugorje del 2 de enero de 2009
Importantes palabras de nuestra Madre del Cielo

En la versión original de este mensaje, en idioma croata, la Virgen dice que
"la Gracia Celeste se está prodigando sobre ustedes" utilizando una palabra
que en el idioma local grafica el gesto de las mujeres cuando vuelven del
mercado. Ellas toman sus bolsas de compras y las vacían sobre la mesa de la
cocina, y luego antes de guardar la bolsa la dan vuelta y "la sacuden para
que caiga cualquier cosa que hubiera quedado dentro". De este modo se
aseguran que todo lo adquirido en el mercado sea utilizado en la cocina.
El mensaje está claro, Dios no se queda nada para si en estos tiempos,
derrama toda Su Gracia sobre este mundo, y "sacude la bolsa para que la
Gracia se derrame en toda su medida". Queda en cada uno de nosotros el
meditar estas palabras, y particularmente, no dejar escurrir la Gracia de
Dios entre nuestras manos.

¿Cuántas apariciones de María bendicen el mundo en estos tiempos? ¿Cuántas
maravillas de Dios se escuchan aquí y allá? ¿Qué más hace falta ver para
creer? ¿Acaso Dios tiene que venir en persona a cada una de nuestras casas a
sacudirnos por los hombros? ¿Qué esperamos para volver nuestra atención,
nuestro corazón, hacia Dios?
Viernes 2 de Enero de 2009
(Mensaje dado a la vidente Mirjana)

"Queridos hijos, mientras la Gracia Celeste se está prodigando sobre
ustedes, sus corazones permanecen duros y sin respuesta. Mis hijos, ¿por qué
no me dan completamente sus corazones? Yo solo quiero poner en ellos la paz
y la salvación: mi Hijo. Con mi Hijo sus almas se dirigirán hacia metas más
nobles y no se perderán jamás. También en la más cerrada oscuridad
encontrarán el camino. Hijos mios, decídanse por la vida nueva con el Nombre
de mi Hijo en sus labios. Les agradezco".

Mirjana dijo que nuestra Señora estuvo triste durante la aparición.

Aparición de María a los Pobres en Banneux

Las apariciones comenzaron el domingo 15 de enero de 1933, cuando María se
apareció por la primera vez en el jardín de la casita, a María Beco, una
niña de doce años, la mayor de una familia de siete hijos.

El miércoles 18 de enero la Señora la llama de nuevo y ella se pone de
rodillas, cerca de una zanja, frente a un charco de agua que provenía de la
fuente. La Señora le habla: "Mete tus manos en el agua" Mariette hace lo que
la Señora le manda: "Esta fuente me está reservada", le dijo la Virgen.

El jueves 19 de enero, hace muy mal tiempo y la Señora se aparece. Mariette
le pregunta: "¿Quién es usted?" "Soy la Virgen de los Pobres"; Esta fuente
está reservada para todas las Naciones para curar sus enfermedades". Muchas
gracias, le dice, Mariette. Y la Virgen agrega: "Rezaré por ti".


Fuente: Un minuto con María.

Dante Alighieri le canta a María

Mis plegarias Te dirijo...
Ahora éste, que de la ínfima laguna
Del universo, ha visto paso a paso
Las formas de vivir espirituales,

Solicita, por gracia, tal virtud,
Que pueda con los ojos elevarse,
Más alto a la divina salvación.

Y yo que nunca ver he deseado
Más de lo que a Él deseo, mis plegarias
Te dirijo, y te pido que te basten,

Para que tú le quites cualquier nube
De su mortalidad con tus plegarias,
Tal que el sumo placer se le descubra.

También reina, te pido, tú que puedes
Lo que deseas, que conserves sanos,
Sus impulsos, después de lo que ha visto.


Dante Alighieri: La Divina Comedia
Visión del Paraíso: Canto XXXIII

María, una visión de Juan Pablo II

A los ojos de los discípulos, congregados después de la Ascensión, el título
de Madre de Jesús adquiere todo su significado. María es para ellos una
persona única en su género: recibió la gracia singular de engendrar al
Salvador de la humanidad, vivió mucho tiempo junto a él, y en el Calvario el
Crucificado le pidió que ejerciera una nueva maternidad con respecto a su
discípulo predilecto y, por medio de él, con relación a toda la Iglesia.

Para quienes creen en Jesús y lo siguen, Madre de Jesús es un título de
honor y veneración, y lo seguirá siendo siempre en la vida y en la fe de la
Iglesia. De modo particular, con este título los cristianos quieren afirmar
que nadie puede referirse al origen de Jesús, sin reconocer el papel de la
mujer que lo engendró en el Espíritu según la naturaleza humana. Su función
materna afecta también al nacimiento y al desarrollo de la Iglesia. Los
fieles, recordando el lugar que ocupa María en la vida de Jesús, descubren
todos los días su presencia eficaz también en su propio itinerario
espiritual.


SS. Juan Pablo II
Catequesis del 13 de septiembre de 1995

San Juan: El águila y su madre María

Cuando reflexionamos sobre la vida de San Juan, nos percatamos de los
privilegios fantásticos que recibió y que lo llevaron a convertirse en ese
"águila" que la Tradición ve en él. Juan fue primero discípulo de Juan
Bautista, luego discípulo de Jesús durante 3 años y después pasó unos veinte
años solo con la Virgen María, la que le ayudó a madurar ese Evangelio
sorprendente de clarividencia y de precisión que va enseguida a enseñar
oralmente durante cuarenta años, antes de recibir la gran revelación del
Apocalipsis que le dará una visión todavía más aguda del misterio de Cristo
a través de la meditación del misterio de la Encarnación, sobre el que Juan
medita durante largos años con la Virgen María.

El Papa Juan Pablo II insistió sobre ese momento importante en el que Jesús
va a confiar a su Madre el discípulo que amaba y en quien cada discípulo de
Cristo es invitado a reconocerse. «El nombre del discípulo era Juan. Es
precisamente él, Juan, hijo de Zebedeo, apóstol y evangelista, quien escuchó
las palabras de Cristo en la Cruz: «He aquí a tu madre». Antes Jesús le ha
dicho a su Madre: «Mujer, he aquí a tu Hijo». Este será un testamento
admirable.

Al separarse de este mundo, Cristo le da a su Madre un hombre que sería para
ella como un hijo: Juan. Él se lo confía. Y a raíz de ese don, de esa
entrega, María se convierte en la madre de Juan. La madre de Dios pasa a ser
la madre del hombre.

A partir de ese momento, Juan la toma consigo y se convierte en el guardián
de la Madre de su Maestro; es en efecto, para los hijos un derecho y un
deber tomar a cargo el cuidado de su madre; pero Juan es ante todo, por
voluntad de Jesús, el hijo de la Madre de Dios. Y a través de Juan, todo
hombre se convierte en hijo de ella.»


Jean-Paul II
Homilía de la messe du 13 mai 1982 à Fatima