Advocación de Nuestra Señora de la Consolación de Táriba


Nuestra Señora de la Consolación de Táriba - Edo táchira Venezuela
Hoy 15 de Agosto la Iglesia católica y muy especialmente la Tachirense celebra el día de la patrona del Táchira en Venezuela: Nuestra Señora de la Consolación de Táriba. La misma se encuentra ubicada en la Basílica Menor que aparece en la foto ubicada en la población de Táriba ubicada a 5 minutos de la Ciudad de San Cristóbal. La devoción por esta milagrosa Virgen es multitudinaria y mueve a miles de Tachirenses a su procesión.

La devoción a la Virgen de La Consolación de Táriba se remonta a principios del siglo XVII, y su historia milagrosa inicia el 15 de agosto de 1600, cuando el retablo con la imagen de la Madre de Dios resplandeció entre la despensa de la familia Álvarez Zamora, después de estar opacado durante varios años tomó nuevamente color y definió la figura.

Según la historia, en 1560 dos frailes de la Orden de San Agustín fueron desde San Cristóbal, con la imagen de la Virgen de La Consolación pintada en un retablo de madera, hacia la población de Táriba.

Los padres llegaron de noche al río, el cual era peligroso cruzarlo porque estaba crecido y para no mojar la imagen, la ataron a una caña amarga y en medio de sus oraciones a la Madre de Dios, cargadas de fe y devoción, alcanzaron a cruzar el río rápidamente y sin problemas, teniendo como faro y guía la suave luz que pendía de esa caña.

Al llegar al lugar, donde hoy está la plaza Bolívar, los frailes clavaron la caña con la tabla e iniciaron la evangelización de los indígenas, conocidos como los táribas, y construyeron una ermita en la cual colocaron la imagen; desde ese momento se llama la Virgen de La Consolación de Táriba.

Años más tarde, los táribas cruzaron el río para huir de los ataques de los Capachos y Guásimos; los misioneros encomendaron a una indígena cristiana la ermita y el retablo, del cual se borró la imagen con el transcurrir del tiempo y fue guardado en una despensa.

El 15 de agosto de 1600, los hermanos Zamora fueron por una tabla a la despensa para continuar sus juegos, tomaron el retablo e intentaron quebrarlo con golpes, pero salían de él ruidos extraños que llamaron la atención de doña Zamora, quien lo guardó nuevamente. Horas más tarde un resplandor emanaba de la despensa, sorprendidos y llenos de admiración, gritaron ¡Milagro!, pues provenía del retablo.
Ante aquel acontecimiento, avisó al vicario de la comunidad, quien conjuntamente con la comunidad fue a observar y venerar la imagen. La familia Zamora dispuso un espacio de la casa como capilla, donde se colocó el retablo y se inició la devoción a Nuestra Señora de La Consolación de Táriba, que es una de las advocaciones marianas más antiguas del país.

Escritos del tachirense Dr. Rafael María Rosales relatan que inmediatamente a la reaparición de la imagen comenzaron a manifestarse las gracias, con curaciones y favores a quienes acudían a Nuestra Señora de La Consolación de Táriba.

Todos los años, el 15 de agosto, miles de peregrinos acuden con gran devoción a los pies de la Madre de Dios, en la basílica menor ubicada en Táriba, para cumplir sus promesas, elevar sus oraciones y agradecer por las gracias recibidas a la Patrona del Táchira.

Tomado de Noticiero Digital (gracias Invisible)

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