Los dolores de María.



Hoy se venera a la advocación La Dolorosa. María de los Dolores. Esta es la advocación que mas representa la vida de María, plagada de dolores y sufrimientos. Caro le costó a la mujer, hija de hombre, el haber sido elegida como madre de Jesús para luego ser considerada la Madre de gran parte de los seres que habitamos en este plano, Hija de Dios.

La veneración habla de siete dolores, ubicando el primero en el presagio de Simeón en el templo, cuando le dijo a María: "Y a ti, Madre, una espada de dolor te atravesará el corazón...", aunque los pesares de María ya habían empezado, desde el momento en que se le presentó el Ángel Gabriel para anunciarle que sería la Madre de aquel que trajo un mensaje tal, que el tiempo quedó dividido en antes de El y después de El. Hay que imaginarse a una niña de 15 años, prometida, en una sociedad punitiva al extremo con la mujer, sabiéndose embarazada sin estar casada!! cuantas tribulaciones de hija del hombre habrán pasado por su mente antes que triunfara la fe y su fortaleza como Hija de Dios?

Luego, ya en los términos del embarazo tuvo que viajar ¡en burro! a Belén! para dar a luz a su hijo siendo primeriza en una población extraña, lejos de su mamá y su familia. Y como si fuera poco después que Simeón le da la noticia de sus dolores, debe huir a Egipto con un bebe recién nacido, para evitar que lo mataran... cargando con el dolor de saber que por la vida de su amado hijo perdieron la vida otros niños...

Al regresar a Nazareth, Jesús a los diez años, decide sin avisarlos quedarse en el Templo como Hijo de Dios y ella lo cree perdido por tres días! No solo queda viuda, sino que además debe enfrentar el rechazo del pueblo que la vio nacer hacia su hijo y sus prodigios, la incomprensión frente a sus actos hasta el punto que, atentan contra su vida. Su despedida cuando decide ir al encuentro de Juan el Bautista y luego, su ausencia durante los "40 días en el desierto" con destino incierto.... cuando Jesús empieza a predicar, tanto sufre María por la presión de primos y allegados que tildaban de "loco perdido" a su hijo mientras que otros le decían que corría peligro su vida, que por un momento olvida su sagrada misión y lo va a buscar para rogarle que regrese con ella... y Jesús la desconoce como madre.... dolor infinito para la hija del hombre.

Pero algo pasa en María que decide seguir a su Hijo(con todas las tribulaciones que eso debe haber significado considerando que era humana), abandona el papel de hija del hombre para vivir plenamente como Hija de Dios lo que sin duda le permitió, sin morir de dolor, vivir el Vía Crucis.

La Advocación de la Dolorosa a sido vista en este plano varias veces, una de ellas en Castelpetroso, Italia. El hecho ocurrió un 22 de marzo de 1888. La pastora Vivian Ciccino vio la imagen de la Madre Dolorosa con el cuerpo muerto de Jesús a sus pies. Ella estaba con una rodilla en la tierra, en adoración, su cabeza mirando hacia el cielo de modo suplicante y de sus ojos caían lágrimas; sus manos con las palmas dirigidas hacia el cielo. La María llevaba un velo púrpura y en su pecho se veía su Corazón traspasado por siete espadas.

Los siete dolores que se recuerdan hoy en la veneración de la Dolorosa son:

Primer Dolor - La profecía de Simeón (cf. Lucas 2,22-35)
Segundo Dolor - La huida a Egipto (Mateo 2,13-15)
Tercer Dolor - El Niño perdido en el Templo (Lucas 2,41 -50)
Cuarto Dolor - María se encuentra con Jesús camino al Calvario (IV Estación del Vía Crucis)
Quinto Dolor - Jesús muere en la Cruz (Juan 19,17-39)
Sexto Dolor - María recibe el Cuerpo de Jesús al ser bajado de la Cruz (Marcos 15, 42-46)
Séptimo Dolor -Jesús es colocado en el Sepulcro (Juan 19, 38-42)

María le entregó su vida a Dios entregándosela a su Hijo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Su pureza es tan bella què no tengo palabras para expresar lo què siento al mirarla aqui.

Anónimo dijo...

El dolor de María en el Calvario fue más agudo que ningún otro en el mundo, pues no ha habido madre que haya tenido un corazón tan tierno como el de la Madre de Dios. Cómo no ha habido amor igual al suyo. Ella lo sufrió todo por nosotros para que disfrutemos de la gracia de la Redención. Sufrió voluntariamente para demostrarnos su amor,

No por ser la Madre de Dios pudo María sobrellevar sus dolores sino por ver las cosas desde el plan de Dios y no del de sí misma, o mejor dicho, hizo suyo el plan de Dios. Nosotros debemos hacer lo mismo. La Madre Dolorosa nos echará una mano para ayudarnos.

La devoción a los Dolores de María es fuente de gracias sin número porque llega a lo profundo del Corazón de Cristo.
La Iglesia nos exhorta a entregarnos sin reservas al amor de María y llevar con paciencia nuestra cruz acompañados de la Madre Dolorosa. Ella quiere de verdad ayudarnos a llevar nuestras cruces diarias, porque fue en le calvario que el Hijo moribundo nos confió el cuidado de su Madre. Fue su última voluntad que amemos a su Madre como la amó Él.